
Agustín Obreque es un bailarín oriundo de Carlos Spegazzini que a sus 23 años tiene más de 15 años de experiencia en los escenarios, destacándose no solo por la destreza y audacia a la hora de mover sus botas al ritmo del malambo, sino que también sobresale a la hora de hacer sonar el tambor y crear figuras coreográficas con las boleadoras. Por tal motivo fue el elegido por el Honorable Concejo Deliberante de Ezeiza (HCDE) para dar una clase magistral en donde desplegó todo su conocimiento y experiencia, e incentivó a bailarines y bailarinas del distrito a perfeccionarse en esta danza tan pintoresca como lo es el malambo.
La clase fue dictada en el Teatro Municipal “Amigo Néstor” y contó con la presencia del Director del Ballet Folklórico Municipal de Ezeiza, Omar Mazzei, y la presidenta del HCDE, Dulce Granados, quien es la encargada de impulsar proyectos que garanticen a los y las artistas de Ezeiza la posibilidad de pulir su técnica en las danzas tradicionales. Es así como presentó un beneplácito que declara la “Máster Class” de Agustín Obreque de Interés Legislativo y Municipal (Expediente N° 262/CD/23). En diálogo con Ezeiza Hoy, Agustín nos contó su historia y describió cómo fue liderar este encuentro.
- Sos oriundo y empezaste tu carrera en ballets locales ¿Cómo fueron tus comienzos?
Si, soy nacido y criado en Spegazzini y bailo desde los 8 años en el ballet “Reflejo de mi Tierra”, ahí estuve hasta los 10 y dejé tres años hasta que retomé en el ballet “Pilmayquen” en donde estuve hasta los 16. Cristina, la profesora que estaba al frente del grupo en ese entonces, me enseñó a tocar el bombo; esa fue la primera vez que me tocó colgarme este instrumento y además comenzamos con el proceso de hacer boleadoras, pero en aquel momento solo con una mano. Hoy hago con las dos, que es mucho más complejo, mientras que el zapateo del malambo yo ya sabía la técnica y la mejoré durante esos años. Cuando me fui de Pilmayquen armé un grupo de amigos que bautizamos “Los Matacos” con el que nos dedicamos solamente al malambo, bombo y boleadora. Con ese grupo giramos por Ezeiza en distintos eventos y peñas.
- ¿Cómo llegaron al Ballet Estable municipal?
Cuando comenzamos a aparecer en estos eventos locales lo conocimos a Andrés Diaz Prado, que en ese momento era Secretario de Cultura de Ezeiza, nos ofreció ser parte del Ballet Estable del municipio y nosotros accedimos a integrarlo durante más de un año. Esa fue mi primera relación con el arte de Ezeiza. -Además sos una persona que participa en competencias,
¿Cómo funciona eso?
Cuando salí de Los Matacos empecé a bailar en “Santiago Ballet” y ahí comencé a participar en certámenes, tuve dos competencias de boleadoras realizado por distintas compañías, eso sirve para contactar gente. El año pasado logré el primer puesto en una competencia y además del premio monetario fue una experiencia muy linda haber compartido escenarios con otros artistas locales. También en 2020, durante la pandemia, participé de competencias virtuales como un artista individual ya forjando mi propio camino.
-En cuanto a la clase que dictaste en el Teatro Amigo Néstor, ¿qué sentiste al transmitir el conocimiento que tenés en tu tierra?
La clase era a puertas abiertas, duró una hora y media aproximadamente y participaron más de 40 bailarines. Es muy lindo poder expresar lo que uno hace en su propia localidad, sentir el cariño y respeto de cada uno de los bailarines y ver reflejado en su rostro la pasión y la alegría de aprender algo que les gusta. Fue una jornada muy especial, recibí mucho cariño. A nivel municipal nunca hubo nada igual, es decir, clases específicas de malambo, bombo y boleadoras, de modo que apuntamos con este tipo de talleres a que los bailarines y las bailarinas puedan venir a perfeccionarse en esta técnica, que les sirva como una herramienta de trabajo y que puedan explotar ese potencial en este tipo de danza tan particular.
- ¿Tienen previsto realizar otro taller similar a este?
Si, no hay nada concreto aún, pero quedó pactado más que nada con todos los bailarines que pedían por favor que no se corte. Para mí esto recién empieza y creo que tenemos malambo en Ezeiza para rato.























