Una pareja de Villa Urquiza quiso llevarse el premio que había recibido la cantante por parte de la discográfica Warner Music. La PSA desarrolló un fuerte operativo y logró recuperarlo gracias al uso de las cámaras de seguridad.
En una secuencia de película, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) logró recuperar el doble disco de platino perteneciente a la cantante María Becerra, el cual había sido robado por una pareja de Villa Urquiza.
Un productor de la cantante, que regresó al país desde Italia este 22 de abril, lo había dejado en un carrito para valijas, en uno de los estacionamientos del aeropuerto, y una pareja lo tomó. Envuelto en un papel verde, lo pasearon por la terminal y se lo llevaron a su casa del barrio porteño.
Una vez efectuada la denuncia, la fiscal Florencia Belloc ordenó medidas a la PSA para dar con la valiosa distinción que Becerra obtuvo de la discográfica Warner Music por las ventas de su álbum “Corazón Vacío”, y gracias a un seguimiento a través de las cámaras de seguridad, se logró dar con el paradero del disco.
Los agentes pudieron observar que un hombre, identificado luego como Marcelo M. tomó el cuadro de 65 centímetros de alto, por 40 de ancho, aproximadamente, y lo guardó en un Toyota Corolla. A través de la patente del vehículo, los investigadores pudieron llegar al domicilio del sospechoso, ubicado en la calle Franklin D. Roosevelt del barrio porteño de Villa Urquiza.
De acuerdo a su perfil de LinkedIn, Marcelo M. es analista de sistemas en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de las Fuerzas Armadas. El dato coincide con sus antecedentes comerciales.
Una vez adentro de la vivienda, la mujer entendió qué buscaban. “De forma espontánea dijo que lo tenían ahí porque querían que el cuadro llegue a la artista, que no querían que lo agarre cualquiera y que estaban esperando que alguien los llame”, contó un investigador presente en el momento.
Diez minutos más tarde, llegó su marido con ramos de flores en las manos. “Él preguntó: ‘¿Qué pasó?´”, y ella le explicó: “Vinieron por lo del cuadro””.
A diferencia de su pareja, Marcelo se quedó en silencio mientras los efectivos sacaban el cuadro de su escondite: detrás de un rack de tv. Por lo tanto, el analista fue imputado por el delito de apropiación de cosa perdida.