A casi cien años de los hechos se realizó ayer la primera audiencia para juzgar los crímenes cometidos durante la masacre de Napalpí a las etnias Qom y Moqoite.
Ante una gran presencia, comenzó ayer el juicio oral por la verdad sobre la masacre de Napalpí, como se conoce al fusilamiento de más de 400 integrantes de etnias qom y moqoit por parte de fuerzas estatales y colonos del entonces territorio nacional de Chaco el 19 de julio de 1924.
La masacre de Napalpí comenzó con una revuelta de cientos de indígenas que se negaron a seguir trabajando en las plantaciones de algodón por la reducción del salario que se pagaba en ropa y vales de comida. A la matanza le siguieron meses de persecución a los sobrevivientes que se habían ocultado en el monte.
La orden de represión fue ordenada por el gobernador del Territorio Nacional del Chaco, Fernando Centeno, designado en el cargo por el presidente radical Marcelo Torcuato de Alvear. Se estima que hubo más de 400 muertos en una descarga de cinco mil balas en apenas 45 minutos.
Si bien el juicio no tendrá imputados, ya que sus responsables fallecieron, busca marcar una reparación histórica hacia los pueblos indígenas. Desde hace más de una década, la Fiscalía Federal, con la colaboración de las querellas, la secretaría de Derechos Humanos del Chaco y del Instituto del Aborigen Chaqueño, fue recabando pruebas de los hechos, tras un arduo trabajo arqueológico y que fueron tomados como prueba por Zunilda Niremperger, la titular del Juzgado Federal Nº1 de Resistencia .