En una noche épica en Mendoza, Temperley venció por penales al Millonario y se metió en los octavos de final.
Los milagros están para cumplirse y vaya si a Temperley el destino le trajo uno glorioso. El equipo que comanda el experimentado Walter Perazzo dió el gran golpe de la Copa Argentina al eliminar 5-4 en la definición por penales a River y se metió en octavos de final.
No importa a esta altura que el Millonario haya tenido más del 70% de la posesión del balón. Se trató de un partido parejo en el que el elenco de zona sur supo aguantar durante la primera etapa los embates de los dirigidos por Demichelis, que de todos modos, lejos estuvieron de su nivel habitual. Merito también, claro, del planteo impuesto por Perazzo.
Sin embargo, a los 6 minutos del complemento Barco clavó un tiro libre al ángulo que abrió la cuenta para los de Núñez y parecía ponerle fin a la ilusión de los hinchas del Cele que viajaron hasta la tierra del vino, y a la de miles que lo vieron desde Buenos Aires.
Pero la fé jamás debe perderse y menos en el deporte más apasionante del mundo. Y de tanto ir, Temperley tuvo su recompensa de la mano de Martínez, quien clavó una chilena inolvidable en el segundo minuto de adicionado que venció la resistencia de Armani y desató la locura en el banco y la tribuna visitante.
Sin tiempo para más llegó la muerte súbita y allí el Cele se hizo grande. Estando 5-4 arriba, Rago se arrojó sobre su caño izquierdo y le tapó el remate a David Martínez para que Temperley toque el cielo con las manos. Locura y emoción en cada hincha de un equipo que se debía hace años una alegría así.
Temperley sacó a River de la Copa Argentina, está en octavos de final y enfrentará a Mitre de Santiago del Estero, con quien comparte zona en la Primera Nacional. Nada mal para una instancia de esas características. Y ahora, ¿Quién le saca la ilusión?