
En una noche fatídica, Tristán Suárez cayó 5-1 ante Quilmes y, salvo un milagro, jugará un desempate para evitar el primer descenso de su historia.
Si quedaba alguna esperanza para Tristán Suárez, a pesar de que las matemáticas aún den esperanzas, todo parece haber quedado sepultado tras la goleada sufrida por 5-1 ante Quilmes. De darse ciertos resultados, el Lechero podría quedar esta misma fecha condenado a jugar el repechaje para no descender a la B Metropolitana.
El prefacio de una noche fatídica para el equipo de Ruiz fue el tanto convertido por Colman a los 4 minutos, situación que obligó al Lechero a reordenar su estrategia e ir a buscar la igualdad. Sin embargo, el Cervecero amplió la ventaja a través de Anselmo
La luz de esperanza llegaría casi sobre el final de la primera etapa con el descuento de Brambillo, pero aquella alegría sería un oasis en el desierto; es que en el complemento el local encontró los espacios suficientes para dañar y mucho al albiazul.
Así, con tantos de Giménez, Anselmo y Bonetto, Quilmes le propinó una paliza al equipo del distrito. Una goleada que lo afirma entre los primeros 5 de su zona, ya esperando el reducido en el que intentará conseguir el segundo ascenso.
Para Suárez la derrota implica otro golpe anímico muy duro, y también matemático: si Chaco For Ever y Aldosivi ganan este fin de semana, quedará condenado a jugar el repechaje para no descender ante un equipo de la zona A. Incluso, si Villa Dálmine gana, aún no tendrá garantizado evitar el descenso directo, aunque eso parece improbable dada la pésima campaña del equipo de Campana.
El Lechero va a sufrir hasta el final. En las próximas semanas pondrá su historia en juego para evitar, por primera vez desde su fundación, perder la categoría.























