
La Cámara baja insistió con el financiamiento para el Garrahan y las universidades. El revés político deja al Gobierno sin el respaldo de gobernadores clave y refuerza la fractura con antiguos aliados.
La Cámara de Diputados rechazó este miércoles los vetos de Javier Milei a la ley de emergencia pediátrica y al financiamiento universitario, en una votación que se transformó en un golpe político para el oficialismo. Con holgura, la oposición alcanzó los dos tercios necesarios y ahora las insistencias pasarán al Senado, donde se descuenta que tendrán un trámite favorable. Afuera del Congreso, una multitud acompañó la sesión con una masiva movilización.
La emergencia en pediatría fue ratificada con 181 votos afirmativos, 60 negativos y 1 abstención, mientras que el financiamiento universitario obtuvo 174 votos a favor, 67 en contra y 2 abstenciones. Las iniciativas aseguran fondos extraordinarios para hospitales como el Garrahan, una actualización presupuestaria para las universidades en base a la inflación y la reapertura de paritarias en el sector educativo.
Para el Gobierno, el revés parlamentario dejó en evidencia la falta de consenso con los gobernadores, incluso aquellos que habían sido aliados durante el primer año de gestión. Las reuniones del flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, con mandatarios provinciales no lograron revertir la falta de apoyos, pese al reparto de Aportes del Tesoro Nacional en los últimos días.
En el debate se destacaron las divisiones internas y el voto en contra de legisladores cercanos a aliados del oficialismo, como el mendocino Alfredo Cornejo o el chubutense Ignacio Torres. También pesaron las fracturas dentro del propio espacio libertario, con ex miembros del bloque que votaron en contra de los vetos y cuestionaron la estrategia de conducción de Karina Milei y Martín Menem.
La votación dejó un mensaje claro: el Congreso se mostró dispuesto a sostener el financiamiento de áreas sensibles como la salud y la educación frente a la resistencia del Ejecutivo. Con las insistencias prácticamente aseguradas en el Senado, Milei enfrenta uno de sus reveses políticos más contundentes desde que llegó a la Casa Rosada.






























