
Los medicamentos de origen Biológico son productos obtenidos a partir de organismos vivos o de sus tejidos y Argentina ya es parte de esta revolución de la industria farmacéutica.
La producción de biofármacos aumentó su desarrollo en la última década, a partir de nuevas empresas nacidas del estímulo de universidades, el sistema científico tecnológico y el Estado, que generó un potencial importante para su crecimiento en los próximos años, con la consecuente generación de empleo y divisas para el país.
En nuestro país trabajan 350 laboratorios, de los cuales la mayoría son empresas de capitales nacionales con plantas industriales radicadas en el país, es decir solo 11 de estos son filiales de laboratorios extranjeros.
Desde 2018, estos científicos dictan un curso en el Centro de Rediseño e Ingeniería de Proteínas de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) para transmitir su experiencia como fundadores de empresas.
La última semana se obtuvo la sanción en el Congreso de la Ley de Bio y Nanotecnología que otorga beneficios fiscales para el sector.
En cuanto a las cifras, las empresas del sector facturaron US$ 700 millones en 2021 y exportaron por US$ 200 millones este último año y emplean a 18.200 personas y reinvierten en investigación y desarrollo el 4,6% de sus ventas.























