La información ayudará a evaluar las posibles consecuencias que tendría una cirugía de cerebro y prevenir daños, algo fundamental para aquellos pacientes que sufren de epilepsia.
Un grupo de Científicos del Centro de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (ENyS)-CONICET y la Universidad Austral creó un test conductual que permite saber qué lado del cerebro se utiliza más para procesar el lenguaje y la lectura. Esta información ayudará a evaluar las posibles consecuencias que tendría una cirugía de cerebro y prevenir daños, algo fundamental para aquellos pacientes que sufren de epilepsia.
En concreto, la epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene convulsiones repetidas durante un tiempo. Se trata de episodios de actividad eléctrica descontrolada y anormal de las neuronas que puede causar cambios en la atención o el comportamiento como movimientos corporales. En algunos casos se puede identificar la causa. En otros, se desconoce.
Los síntomas de las convulsiones pueden variar. Algunas personas pueden perder el conocimiento durante un episodio de estas características. Otras pueden permanecer con la mirada fija por algunos segundos. Y otras pueden mover repetidamente los brazos o las piernas.
Cuando la medicación no logra controlar las crisis epilépticas, el tratamiento suele ser una cirugía en la corteza del cerebro. En estos casos, conocer las zonas cerebrales que procesan las funciones cognitivas como escuchar, hablar, recordar y pensar es fundamental para su preservación. Así como tenemos una mano dominante con la que somos más hábiles y un lado del cerebro (hemisferio izquierdo o derecho) que se ocupa de procesar esa motricidad, también tenemos un ojo más rápido para leer y un lado del cerebro que se encarga de entender esas palabras.
Por esta razón, el equipo de investigadores del ENyS-CONICET y la Universidad Austral desarrolló una prueba conductual para determinar de manera precisa y objetiva qué lado del cerebro usamos más al leer palabras. La investigación tiene un valor tan alto que fue publicada en una prestigiosa revista norteamericana (Neuropsychology APA).
“Tardamos como cinco años en confeccionar el test, que lo diseñamos con un equipo de Inglaterra y otro de Suiza que forman parte de la Universidad de Durham y la Universidad de Lausana”, reveló a Ezeiza Hoy Bautista Elizalde, psicólogo y científico del CONICET.
A través de una computadora, el test presenta un conjunto de letras en ambos campos visuales (derecho e izquierdo), De un lado aparece una palabra y del otro una pseudopalabra. La pseudopalabra es un conjunto de letras que simulan una palabra, pero no tiene significado.
Por ejemplo, la pseudopalabra "baxi" puede parecer una palabra, pero no lo es. La tarea del participante es identificar rápidamente la ubicación de la palabra, si está a la derecha o a la izquierda, o si no se presenta ninguna palabra real. Este tipo de presentación permite inducir cuál es el hemisferio dominante para el procesamiento del lenguaje.
Para garantizar la validez del test en diferentes idiomas, los investigadores seleccionaron un grupo de palabras comúnmente utilizadas en la mayoría de las lenguas que emplean el alfabeto latino. Palabras como piano, taxi, jazz y hotel entre otras, fueron utilizadas en la prueba. Además, la técnica se aplicó en varios países con diferentes lenguas, incluyendo inglés, italiano, francés y alemán, obteniendo resultados consistentes.
El estudio reveló que los pacientes con epilepsia del lado izquierdo presentaban una lateralización atípica del lenguaje. “Esto significa que usan un lado del cerebro que no es el común. Así como tenemos una mano que usamos más (por ejemplo, cuando somos diestros se dice que lateralizamos a la derecha), tenemos un hemisferio del cerebro que usamos más”, explicó el investigador.
“La principal utilidad del test es detectar que lado del cerebro usamos más para la lectura, la capacidad de leer una palabra como una palabra. Esa capacidad se encuentra en una zona del cerebro (usualmente en el hemisferio izquierdo), y al detectar eso es más fácil prevenir daños en la cirugía”, amplió Elizalde, quien ante la consulta de este medio aclaró cuáles son los procedimientos a la hora de tratar pacientes epilépticos
“Hoy en día el tratamiento de primera línea es farmacológico, pero en casos resistentes a la medicación, es decir, cuando pasan por un grupo de tres fármacos y la medicación no detiene las crisis epilépticas, la resección del foco epileptógeno es el tratamiento indicado.”
Esta técnica, rápida y económica de aplicar, brinda información valiosa para el diagnóstico de la enfermedad y ayuda a que el equipo médico determine la conveniencia o no de realizar una cirugía ablatoria.
“Este tipo de investigación tiene un impacto directo en la vida de la gente, la ciencia no queda en el laboratorio, sino que se lleva la tecnología a los pacientes en los hospitales públicos para que esté al alcance de todos. Este tipo de estudios son el ejemplo de cómo la salud y la ciencia pueden cambiar la vida de los argentinos en un hecho concreto”, concluyó Elizalde