La agrupación de fanáticos de autos clásicos “Perros Salvajes”, nacida en junio de 2022, ha encontrado un espacio para compartir su pasión por los vehículos antiguos y disfrutar de momentos en familia. Cada viernes, los miembros de este colectivo liderado por su presidente Daniel se reúnen en Carlos Spegazzini para exhibir sus autos clásicos y disfrutar de una agradable tarde noche al aire libre.
La reunión de los viernes se ha convertido en un evento esperado por los miembros de Perros Salvajes y sus seres queridos. Mientras los adultos admiran los autos clásicos y comparten historias sobre sus vehículos, los niños observan y aprenden de esta suerte de legado sobre ruedas. La atmósfera es relajada y amistosa, y todos se sienten en la misma sintonía como para unirse y compartir su pasión.
La agrupación busca promover la conservación y restauración de los autos clásicos, y muchos de los miembros comparten sus conocimientos y habilidades para mantener estos rodados en buen estado. Con su espíritu de comunidad y pasión por los autos clásicos, este grupo de fanáticos de los fierros es un ejemplo inspirador de cómo los intereses compartidos pueden unir a las personas y crear una red que perdure en el tiempo.
De este modo, lo que empezó como una simple reunión de fierreros terminó convirtiéndose en una comunidad que, si bien se unió por una causa principal como fue la pasión por los autos antiguos, se fortaleció de la mano de lazos solidarios que no tardaron en surgir.
“Cada vez que alguno está atravesando una situación difícil, no solo por el hecho de armar y poner a punto un vehículo (que requiere tiempo y dinero), sino cualquier otro problema personal, nosotros estamos” aseguró Daniel, en tanto que agregó: “Uno de los integrantes hace un tiempo tuvo un accidente en moto que le impidió seguir trabajando y ahí estuvimos como grupo para bancarlo”.
En total son 64 contactos en un grupo de WhatsApp y 30 los autos de todas las marcas que salen a la ruta para cada encuentro. En un principio el requisito era tener un Chevrolet, pero actualmente aceptan a todo aquel que sienta esta misma pasión corriendo por las venas.
Willy, uno de sus integrantes más antiguos, residente del barrio La Flecha y propietario de una camioneta Ford 51, afirmó que “para formar parte del grupo no es necesario ser un experto en mecánica”.
“Sólo te tienen que gustar los autos, después vas aprendiendo, mirando y ayudando a los que más saben. Nosotros tenemos a Eber, el mecánico del grupo que es el que más sabe y nos guía”, amplió.
Daniel, propietario de una Camioneta Chevrolet c10 modelo 1966, reconoció que “para mantener un auto clásico a punto es necesario meterle mano todos los días debido a que siempre hay algo para mejorarle”. En su caso, hace varios años invierte una cuántas horas de la semana en ella.
Tres meses atrás Guadalupe y Gerardo, una pareja que forma parte de Perros Salvajes, inauguraron un lubricentro llamado “Vintage Service” en el Barrio Tres Américas sobre la ruta 205, en el límite de Tristán Suárez y Spegazzini.
En este lugar sucede la magia; no solo es el punto de encuentro para la cofradía, sino también, en donde los autos son exhibidos y refaccionados. Más de un conductor toca bocina, o da la vuelta para poder apreciarlos. La escena es más que pintoresca, ya que siempre hay más de cinco vehículos antiguos brillando, algunos ploteados y otros con el capó abierto para dejar ver su elaborado motor. “A veces la gente se detiene a sacarse fotos o conversar sobre fierros”, reconoció Daniel.
Perros Salvajes es un ejemplo de cómo la pasión y la comunidad pueden unir a las personas y sin dudas es una agrupación que seguirá creciendo como referente para los amantes de los autos clásicos en la región. Si sos fierrero nato o simplemente te gustan los autos no dudes en seguirlos en sus Instagram @perros_salvajes22, o por qué no, date una vuelta por Vintage Service, la aceitera de la virgencita de Tres Américas, ubicada en Las Antillas 20.