
Un nuevo paradigma basado en la protección y el respeto a los animales está llegando
al distrito, y como consecuencia de ese cambio, comenzaron a gestarse políticas que
apuntan a cuidar de ellos. Una de las modificaciones más significativas ocurridas a
finales del 2022 fue la aprobación del Proyecto de Ordenanza referido a la prohibición
de la Tracción a Sangre (TAS) en el distrito, iniciado por la presidenta del Honorable
Concejo Deliberante de Ezeiza (HCDE), Dulce Granados.
En el marco de esta ordenanza una de las políticas diseñadas fue la creación de un
Refugio Equino Municipal en el que los caballos y yeguas explotados serán libres del
maltrato de manera definitiva. Asimismo, todo aquel trabajador que utilice como
medio de carga un equino dispondrá de un motocarro para su canje, el cual será
entregado en comodato por el municipio. Por tal motivo, semanas atrás se llevó a cabo
el corte de cintas del refugio y el intercambio de tres caballos perteneciente a
trabajadores de la economía popular.
En el flamante espacio ubicado a pocos pasos del Ecopunto, en Tristán Suárez,
actualmente se encuentran dos caballos en recuperación que fueron rescatados y
secuestrados en la vía pública.
Los mismos están bajo supervisión del staff compuesto por Manuel, el veterinario
equino, la encargada Dafne, las asistentes Camila, Diana y Mariano, los encargados de
equinos Emiliano y Fernando, quienes también se ocupan de los traslados en el batán y
la secretaria de Protección y Bienestar animal, Carolina Basso, quien está siempre
pendiente de los ingresos y egresos de animales nuevos.
La tarea que Carolina lleva adelante es incansable no solo en el refugio, sino también
en lo que refiere al diseño de los distintos operativos de castraciones itinerantes que
son ejecutados en clubes y sociedades de fomento de distintos puntos del distrito.
En diálogo con este medio, Basso aseguró que “es el único refugio municipal de todo
Buenos Aires” y añadió que este paso fue posible “gracias al Intendente Gastón
Granados, quien vio la necesidad de contar con un lugar para el rescate, recuperación
y posterior traslado a los santuarios de los equinos”.
El refugio municipal se transforma así en un lugar destinado a garantizar la protección
y cuidado de los caballos rescatados. Asimismo, cuenta con más de 10 corrales
construidos exclusivamente para la recuperación de los equinos y con un amplio sector
de esparcimiento para que los animales que vayan recuperándose puedan gozar de la
libertad hasta ser trasladados definitivamente.
La creación de un refugio propio y el canje por los motocarros son herramientas
fundamentales para la abolición total de los caballos utilizados como medio de carga,
ya que no solo se piensa en la salud de los animales, sino también en la continuidad
laboral de aquellas personas que disponen del equino para realizar su trabajo.
Quienes se encuentren a cargo de los equinos tienen a su vez la responsabilidad de
trabajar en su educación y velar por una buena adaptación. Será sin dudas un gran
desafío, pero con la tranquilidad de saber que ya no corren peligro.
¿Qué implica abolir la TAS?
Se entiende por tracción a sangre como el acto y la consecuencia de tirar de una cosa
con el objetivo de desplazarla o de conseguir que se mueva. Se considera entonces que
TAS consiste en el uso de un “cuerpo biológico” – sea un animal humano o no humano-
para arrastrar un carro u otro dispositivo y transportar carga con el empleo de su
propia fuerza.
Durante miles de años, se ha usado este cruento medio de transporte a diestra y
siniestra, habiendo sido el caballo la principal fuerza motriz usada para guerras,
conquistas de ciudades, trabajo de campo, transporte de carga y de pasajeros. Es por
ello que la prohibición de la tracción representa un gran avance en lo que refiere a la
protección de animales.























