
El Hogar de Tránsito Tristán Suárez, ubicado sobre la calle Maestro Iglesias al 500, es un lugar de rescate, cuidado y recuperación de animales callejeros, en especial perros y gatos. Beatriz y su equipo se encargan de cada uno de los pasos que necesita dar un animal que sufrió las consecuencias de vivir en la calle o de haber sido sometido a cualquier tipo de maltrato con mucho amor, dedicación y con la añoranza de que el último paso sea su egreso a un hogar definitivo, con una familia que cambie su vida para siempre.
Desde el primer momento del rescate, el grupo de voluntarias y voluntarios del hogar se
encargan de brindarle atención veterinaria primaria, es decir, solucionar los
inconvenientes más urgentes como las heridas o las enfermedades comunes que contraen
los animales no vacunados. Un ejemplo de ellos es el distemper (más conocido como
moquillo), una enfermedad sumamente contagiosa que afecta a la parte neurológica y
deja secuelas irrecuperables.
El segundo paso, una vez que los animales están recuperados de esas afecciones, es
proceder a la castración y vacunación. Estas muchas veces son costeadas por la propia
organización o a través de la Secretaría de Protección y Bienestar Animal distrital, que
lleva un largo tiempo colaborando de manera activa con el hogar de Beatriz.
Finalmente, comienza el proceso muchas veces más delicado que es la adopción. Este
paso es vital para el animal ya que será el comienzo de una nueva vida para él y la familia
que lo albergue. La complicación que suele ocurrir en esta etapa se da por dos factores:
uno es la edad de los animales, debido a que el refugio hospeda en su gran mayoría
mascotas de avanzada edad, y el segundo factor es la discapacidad o enfermedad crónica
que puedan llegar a sufrir los mismos.
Actualmente el hogar cuida, contiene y alimenta a 37 perros. De esa cifra, 25 esperan
una familia definitiva. La gran mayoría de ellos son viejitos o discapacitados, por lo
tanto, las personas que requieran la adopción deben estar preparadas para afrontar este
desafío.
A los problemas diarios que enfrentan los voluntarios se suma un incendio que sufrió el
hogar el 6 de diciembre pasado. Varios animales resultaron heridos, dos perdieron la
vida y la estructura del refugio quedó con peligro de derrumbe. Semanas después el jefe
distrital, Gastón Granados, y la secretaria de Protección y Bienestar Animal, Carolina
Basso, visitaron el lugar con el fin de ofrecer materiales para su reconstrucción y todo lo
necesario para reacondicionarlo.
El hogar fue fundado el 1 de febrero del 2020 y en un principio estaba ubicado en Monte
Grande, en un sitio alquilado, además de contar con un espacio en Carlos Spegazzini. A
finales del 2021 lograron conseguir un terreno propio en Tristán Suarez. Si bien el refugio
está dirigido por Beatriz existen varios grupos de apoyo como el proyecto del Arca, Pichi
Guau y otros rescatistas independientes.
A parte de las donaciones que recibe el hogar, las rescatistas asociadas realizan todos
los sábados en la feria de Suárez y durante la semana en distintos puntos una feria
americana de ropa usada y artesanías para solventar los gastos del refugio. Los artículos
del puesto son donaciones, y todo lo recaudado es destinado a comprar alimento y
medicación para los transitados.
Todos aquellos que quieran colaborar pueden acercarse a la feria o comunicarse por inbox
a @hogar_tránsito para donar alimento balanceado, curabichera, antibióticos
veterinarios, pervinox y las pastillas simparicas que sirven para prevenir pulgas, garrapatas
y la sarna que tanto suelen afectar a los perros callejeros.























