La selección argentina tiene la oportunidad de ponerle fin a una sequía de 36 años sin ganar la copa del mundo. Messi, Scaloni y un auténtico equipo han ilusionado a un país como no ocurría hace décadas.
Este 18 de diciembre quedará grabado en la memoria de 47 millones de argentinos, del mismo modo que aun permanece el recuerdo de aquel 13 de julio de 2014 en el que Messi pasó por al lado de la copa y la miró como quien ve por última vez a su madre. Será una cita con la historia.
No sabemos si puede ser el último partido de Lionel en un mundial con la camiseta nacional. No sabemos cuanto pasará hasta que estemos en una posición similar. Pero esas preocupaciones serán cosa del futuro.
El camino de la Argentina en Qatar arrancó de la peor manera: con una derrota inesperada ante Arabia Saudita, selección fuerte en Asia y débil a nivel mundial. Las dudas aparecieron en el peor momento, y se intensificaron tras los primeros 45 minutos del segundo partido ante México. Ahí, apareció el mejor del mundo para sacar un remate seco que nos devolvió el alma al cuerpo, y claro, la ilusión.
Desatar ese nudo fue vital para que el equipo de Scaloni gane confianza y empiece a ser ese que logró la Copa América. Pasaron Polonia, Australia y los Países Bajos, en un encuentro en el que los jugadores y cuerpo técnico volvieron a dar una nueva muestra de carácter.
La semifinal fue una demostración de fútbol. Un Messi pletórico que hizo una jugada única para que Julián Álvarez sentencie el partido, y que seguramente será mostrada en 20 años como una de las jugadas más bella de los mundiales. Una defensa segura que tiene una dupla central de jerarquía, un mediocampo con el liderazgo de Rodrigo De Paul y las apariciones sorpresivas de Enzo Fernández y Alexis Mac Allister, representan la base que tiene su génesis en un arquero que aparece cuando debe hacerlo.
Enfrente estará el campeón del mundo vigente, que tiene a uno de los 3 mejores futbolistas del mundo, Kylian Mbappé. “En Sudamérica el fútbol no es tan avanzado como en Europa. Y es por eso que cuando mirás las últimas copas del mundo siempre son los europeos los que ganan”, aseguró. Será lindo ver qué dice si el resultado le es adverso.
Argentina jugará desde las 12 de este domingo uno de los partidos más importantes de su historia. El país volvió a ser un puño apretado gritando por una selección que ya ha hecho feliz a un pueblo. Falta un paso: el que todos queremos.