
Hoy 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, con el objetivo de crear conciencia sobre su impacto en la salud y de proporcionar información sobre cómo prevenirla o controlarla
La diabetes se genera por falta de insulina o por falta de acción de la insulina, lo que provoca una alteración del metabolismo de la glucosa, de las proteínas y de las grasas corporales. La glucosa se eleva (azúcar) en la sangre y si no se corrige conlleva a la aparición de complicaciones cardiovasculares, renales y neurológicas.
Asimismo, es considerada como una enfermedad crónica que se puede moderar con la atención adecuada y con cambios en el estilo de vida, de la que se estima que hay, según la Organización Mundial de la Salud, 422 millones de personas que la padecen, incluidos más de 1 millón de niños menores de 14 años
Existen tres tipos de diabetes, la tipo 1, la tipo 2 y la gestacional; esta última se da solo durante el embarazo. La Tipo 1 está ligada a la predisposición genética, por lo tanto no puede prevenirse y se produce por una afección del páncreas que impide producir insulina.
En cambio, la diabetes tipo 2 se produce porque la insulina que libera el páncreas no puede actuar. Es decir que aquí el problema no es la falta de insulina sino que esta no puede actuar bajando la glucosa. Esto se debe sobre todo a la presencia de resistencia a la insulina por obesidad, sedentarismo, mala alimentación, por lo tanto si puede prevenirse
Para su prevención la OMS recomienda:
-Realizar ejercicio regularmente, al menos por media hora durante 5 días a la semana.
-No fumar.
-Consumir alimentos ricos en fibras, ya que reducen los niveles de glucosa en la sangre y retrasan la absorción del azúcar: frutas, vegetales sin almidón, legumbres, cereales integrales.
-Sustituir las grasas comunes, por saludables, como el aceite de oliva, frutos secos y pescados grasos como el salmón, atún y bacalao.
-Beber suficiente agua al día.
-Mantener un consumo bajo de carbohidratos refinados.
-Evitar el sedentarismo.
-Controlar los niveles de vitamina D, ya que regula el nivel de azúcar en sangre.
-Reducir la ingesta de alimentos procesados.
Así como también hay que estar atentos a los siguientes síntomas:
-Cansancio y fatiga.
-Pérdida de peso.
-Visión borrosa.
-Heridas de curación lenta.
-Infecciones cutáneas.
-Sensación de hormigueo en manos y pies.
-Sed excesiva y orina frecuente.























