De comenzar con su local de la calle Právaz a cortarle el pelo a jugadores de fútbol de boca y Lanús, entre otros, el joven barbero de Ezeiza cuenta cómo se ha ido ganando la confianza de los deportistas. La importancia de “bajarlos del poster” y su sueño de trabajar con jugadores de la selección.
Poco tiempo después de terminar la secundaria, Matías Vallario (28) supo que iba a ser padre. Aquella noticia cambió su vida y lo obligó a tomar la decisión de empezar a trabajar junto a su padre, peluquero reconocido en Ezeiza, para solventar los costos lógicos que implican la llegada de un hijo al mundo. En este caso, de Malena, “la luz de sus ojos”.
Aquella decisión no implicó tirarse a la pileta sin conocimiento alguno; Matías se crio observando cómo eran los gajes del oficio, aprendiendo detalles que con el tiempo valdrían oro para hacer su propia experiencia, cuyo inicio se dio en 2013. Dos años después, en un local ubicado sobre la calle Právaz al 549, decidió ir por un camino diferente al de su padre, que contaba con una peluquería “tradicional”; así, se dedicó exclusivamente a la barbería.
“Al principio tomé la decisión de comenzar a cortar el pelo por necesidad y no por deseo real. Sin embargo, al poco tiempo comenzó a gustarme, y al crecer en una peluquería yo ya contaba con una base, sabía manejarme con la gente y resolver diferentes situaciones”, relató a Ezeiza Hoy Vallario.
Con el correr de los meses, Matías tomó conciencia del valor que tendría perfeccionar aquellos conocimientos tan valiosos que su padre, una figura central en su vida, le había transmitido durante años. Así, comenzó a hacer cursos “para aprender más y tener otra visión del oficio”; uno de ellos, lo realizó con el Tano Del Fígaro, el estilista de las estrellas del fútbol que es habitué en las concentraciones de River y que posee un estrecho feeling con casi todos los jugadores de la selección argentina.
“Uno no puede quedarse con lo que aprendió, y además se dio que desde el momento en que yo inicié mi actividad el oficio cambió mucho. Los cortes de los futbolistas, actores o quien se te ocurra del 2014 no son los mismos que los actuales”, agregó. Con 17 cursos finalizados, su formación ha adquirido otro nivel.
Salto de calidad y llegada al mundo del fútbol
Cuando uno ingresa al Instagram de “Barbería Vallario” se encuentra con decenas de fotos de Matías con jugadores que hoy se destacan en la Superliga Argentina de Fútbol. Son postales que parecen comunes, y que son el fruto de un trabajo silencioso y de calidad; ningún cliente vuelve a requerir de un servicio que no le resulte satisfactorio.
“Yo empecé cortándole el pelo a Franco Orozco y Maximiliano Zalazar, cuando ellos estaban en las inferiores de Lanús y Boca. El nexo se dio a través del hermano de Orozco y de un amigo en común con maxi. A medida que ambos comenzaron a crecer, fui acompañándolos de cierta manera en ese proceso”, detalló.
Dicen que una cosa lleva a la otra, y en este caso, la profesionalidad de Vallario, junto a su forma de ser, fueron pilares fundamentales para que a partir de las recomendaciones de Orozco y Zalazar la llegada a nuevos futbolistas se produjera cada vez con mayor frecuencia.
La lista incluye a Luis Vázquez, Valentín el “Colo” Barco, Gabriel Aranda, Brandon Cortés, Agustín Sández, Alan Varela (todos ellos de Boca Juniors), Cristian Zabala, Sebastián Prieto, Ezequiel Fernández (Tigre), Matías Esquivel, Jorge Morel-jugador de la selección nacional de Paraguay-, Matías Pérez (Lanús) e Ignacio Malcorra (hoy en Rosario Central), entre otros.
Una de las preguntas más frecuentes que recibe el joven barbero que vivió toda su vida en el distrito gira en torno al vínculo y la relación desarrollada con cada futbolista. Sobre ese punto, señaló: “Yo apunto a tener un trato generalizado, de cortarles como a cualquier persona. La clave está en bajarlos del poster y hablar con naturalidad. Lo que sin dudas quiero destacar es que ellos valoran mi trabajo, nadie me ha propuesto hacer un canje ni nada por el estilo”.
En ese orden, Vallario sostuvo que los jugadores “son muy genuinos” con él, algo que tiene que ver con su forma de ser.
“A mi cortarle el pelo a un tipo como Vázquez, que es uno de los 9 de Boca y es televisado todos los fines de semana me sirve un montón, les he dicho que con subir una foto con ellos alcanzaba, sin necesidad de cobrarles. Están tan acostumbrados a que les pidan cosas, que cuando se encuentran con alguien simple se sienten cómodos, y como dije, todos valoran mi trabajo”.
A lo largo de la semana, Matías realiza entre 700 y 1000 cortes de pelo. No descuida a sus clientes históricos, y asegura que su local de Právaz piensa tenerlo hasta el día de su muerte porque es el fruto del trabajo de su padre. Sobre la moda actual en hombres, contó: “Hoy el sombreado con afeitadora, antiguamente llamado corte americano, es de lo más requerido por una cuestión de prolijidad y duración”.
Consultado sobre sus objetivos inmediatos, sostuvo que “la idea es ir por más”, y en esa línea, la meta de máxima es llegar a la selección argentina. “Cortarle el pelo a Messi sería lo más. Más allá de eso, que yo me vincule con jugadores de primer nivel no va a cambiar quien ni cómo soy”, finalizó.