Tristán Suárez caía ante Villa Dálmine pero logró llegar a la igualdad. El equipo de Biggeri terminó con diez jugadores y pudo haberlo perdido sobre el final.
Por la decimocuarta fecha de la Primera Nacional, Tristán Suárez visitaba Campana con la ilusión de sumar otra victoria y prenderse en la lucha por el reducido. Sin embargo, tuvo un partido difícil ante Villa Dálmine y debió conformarse con una igualdad que dejó un sabor triunfal, ya que el local falló un penal a minutos de finalizar el partido.
No arrancó bien la excursión a la zona norte de la Provincia. A los 17 minutos, Fernando Bersano venció a Rodrigo Lugo y adelanto al Viola en una tarde muy fría. A pesar de buscar la igualdad, el albiazul no encontró los caminos en la primera mitad.
Ya en el complemento, el equipo de Biggeri llegó al empate a través de Braian Miranda, quien ideó un jugadón y definió ante la salida de Emanuel Bilbao para que todo Ezeiza lo grite. El partido se hizo entretenido, hasta que llegó lo inevitable: otro penal en contra del Lechero, que ha sido el equipo que más disparos desde los 12 pasos ha recibido en todo el campeonato.
Nobleza obliga, esta vez la decisión arbitral fue la correcta, y Bruno Duarte, quien cometió una imprudencia dentro del área, vio la roja. Sin embargo, Alejandro Gagliardi desvió su penal por encima del travesaño y el Lechero aguantó los minutos finales para llevarse un punto que dejó un sabor dulce por cómo se dio el desenlace.
Con 15 puntos, Tristán quedó de momento a cinco unidades del reducido. La semana próxima recibirá a San Telmo con el objetivo de sumar su tercera victoria como local.